sábado, 12 de mayo de 2012

Frustación.-


¿Y entonces como hacemos?
Si lo que uno creía era un gesto romántico en realidad roza lo patético...

¿Cómo es que salimos de semejante situación?
Simplemente nos damos vuelta,
miramos otros horizontes,
apuntamos a otras soluciones,
otras situaciones.

¿Cómo darse cuenta que la causa está perdida?
Como convencerse de que ya la vuelta atrás no es posible
y que todo eso que anhelamos ya no existe.

¿Cómo nos reponemos, pues, cuando entendemos que dimos lo mejor de nosotros y aún así la dicha sigue su curso, inalterable;  insensible a la añoranza de quien escribe?

¡Cuánta tristeza se genera! El ver que esa obra que se gestó durante tanto tiempo, resbaló como ninguna, y se convirtió solo en otra línea más de eso que ya podemos llamar, sin pudor, anécdota.

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