lunes, 9 de enero de 2012

Cadáver Exquisito Online 1.1 (feb. 2010)

Este Cadáver Exquisito nació como un juego literario online en febrero de 2010. Revisando cosas viejas lo encontré y me dieron ganas de compartirlo (además ya era hora de actualizar el blog). Fue escrito colectivamente por La Laü, Ale Marconi, Yael Ortiz, Maria Ines Hirsch, Pao Herrera Lemos, Ramiro Montoya, Helena Facchin, Paloo Rubin, Bernardo del Caño, Carlä Aimée, Asteroide B Seiscientos Doce, Nazareno Juan Lascano, Marcos Garrote, Nani Ingaramo, Juanjo El Grande, Daños Colaterales, Magui Tini, Bruno Daniel Martinez, Maximiliano Garrido, Davor Martinovic, Victoria Garcia, Nirva Aguirre, Vicky Basso, Yael Golub, Antito Bites You, Guillermo M Lemos, Daniela Amarilla, Leti Gigena, Manuel Quiroga Soto, Mila Cuellar, Jerónimo Blind Guardian (UNLP Argentina), Gabriel Livi, Santiago Grenada, Christoph Kiessling, Pau Naish, Lai Tame, Juan Picco, Sebastian Romano, Natali Balcaza Pizzi, Florencia Verra, Sole Guidi, Cecilia Marcone, Leslie Rus, Raquel Getzel B, Anuar Cichero, Emiliano Gonzalez, Gisele Biré, Augusto Rozzatti, Florencia Messiez, Melina Colombano, Julian Suarez, Valentina Mooney, Gabi Franchini, Candela González Quiroga, Pablo Aguiar, Romina Guevara, Graffix Oster, Santiago Viale, Federico Aguate, Veronica Pelozo, Nani Farias, Andres David Tucídides, Gonzalo Vega, Erika Klapp, Gustavo Saucedo, Emanuel Fredes Gomez, Mati Poletti, Aimé Cichero, Majo Vollmer, Pan Sólo Pan, Koquinho Carrizo, Cone Echeverria, Sol Montaldo, RoCio MOlar, Nanys Camilatti, Tony Gardella, Esteban Sfragulla, Pablo Manuel Requena y Gustavo Leonhard.

Cada fragmento fue copiado textualmente, aunque en algunos casos se agregó o quito un conector para que enganchara mejor en el texto completo. Los fragmentos fueron ubicados de manera aleatoria, numerandolos y utlizando la página "http://nosetup.org/php_on_line/numero_aleatorio" para realizar el sorteo. A excepción del último fragmento, que debo admitir, cuando lo leí me pareció genial para el final del texto.

Ahora sí, el Cadáver Exquisito:

Y tan apagado y tan a oscuras pero los astros tan inefables y luces, luces, luces, apagón.
"Definitivamente" decía en el cartel que colgaba del balcón, pero las luces de la casa estaban apagadas; miró las llaves en su mano y entró a su casa pensando: "Tal vez..." y allí por fin, cuando caían las últimas hojas de otoño, cuando se sentían las últimas brisas de invierno, pero cuando no había llegado aún la primavera, se acostó a descansar. Y de repente se dio cuenta que aquel instante no era “ese” instante, ni aquel verde tenia la misma fragancia que él que recordaba. Definitivamente, preferimos las interminables oscuridades de la alegría, fue increíble... en el sueño su aliento tenia olor, no era feo...solo era el olor del amor.
Las cascadas y la lluvia no nos darían ese color, quizá la noche perturbaría nuestro día, aunque la luz de la luna hace visible lo invisible...
Inesperado inconcluso, simplemente se dispuso a disfrutar de su trago y mirar a las luciérnagas pasar... -por qué habría de decir la verdad- se preguntó en voz alta esperando respuesta, aunque sea de un eco imposible dentro del cuchitril donde dormía. Serviría de algo si confesara pero solo quedaba el silencio y su luz apagada, supo entonces lo que tenía que hacer, recién ahora comprendía que había inventado el sentido de aquel juego absurdo, pero prefirió dejar de pensar, porque solo así de indescifrable quería recordarlo ¡y de repente lo peor ocurrió!
Preso y culpable de su misma existencia, de aquella que intenta con fuerza, infinita y temerosa, alejarse de la realidad. Entonces se abrió el viejo portal que conducía hacia aquél camino tantas veces transitado, por eso no sólo no te estoy besando, sino que te estoy arrancando de mis labios.
Jugó su mejor carta, levanto su cabeza de la almohada y salió corriendo esa mañana plata, un cambio de nombre, quizás una vaginoplastia que le permitiera olvidar para siempre que mientras esperaban que se hiciera el asado, una estrella fugaz los iluminó y entendieron que la luz no es onda ni partícula, es fugaz, es luz, es. Pero el tiempo lastima a todos los infames y ella le sonrió, ocultando tantas preguntas de lo que había pasado esa noche, pero no quería perderlo, ya se acerca el día esperado, nadie sabe que pasara, solo quiero que llegue ese día y pase lo que tenga q pasar si es bueno me alegrare, si es malo lo superare... Aprovecha el viento a favor…
Las palabras, las que aun no había dicho y las que nunca diría, se le llenaron de espera, y se dejo caer y caer; mientras los colores pasaban y de repente... ¡splash! se vió en medio de la pileta de un parque acuático... Sin pensar demasiado ni detenerse a observar, un viento inesperado voló su bufanda, revelando una vez más su pequeñez ante el mundo. Bien en el fondo de ese universo que tenemos en un pedacín de la uña del dedo chiquito, todos sabemos que tendríamos ganas de que un día mirando el techo aparezca el gran sapo fosforescente para tragarnos y entonces empezar a acordarnos de todo lo que sabíamos cuando de golpe, ese horrible liquido empezó a fluir. Al caer al precipicio, descubrió que la profundidad de las cosas, vienen dadas por la profundidad de la mirada, el pensaba en el vacío abstracto, mientras no se daba cuenta de que su cuerpo, convertido en una bola de masa, aumentaba de velocidad a cada segundo, y la certeza absoluta, irrevocablemente trascendental de no ser Gregorio Samsa, si no otro que masticó los grumos de la leche chocolatada; empezó como un anexo para mi tiempo libre, pero se volvió un parásito del mismo.
Con la mirada clavada en sus ojos eternos, como viejos amantes reconociéndose, una vez más le dijo; “La persecución es mejor que la presa en si.” Jugaba con su encendedor en la mano, tenía miedo de que la noche se le venga encima, alucinaba que las estrellas le dibujaban a su alrededor, una melodía rota con sus palabras. De vez en cuando la vida toma conmigo café, y al segundo paso mis sandalias no respondieron a mi movimiento, se rompieron. Ya era tarde, comenzaba la cuenta regresiva, no importaba, ya no tenia nada que perder... una de esas cosas que por el brillo particular que había adquirido al convertirse en miles de plumas azules, hacía recordar a esa luna amarilla de invierno, porque el viento huye despavorido, y las sombras salen de nuestra propia frontera; es interesante la vida de astronauta.
¡Quizás a otro que se haga más tarde! ¡Si lo hacen después que rinda! Y ya no hubo más de un lado o del otro, se convirtió en un todo incomprensible, toda tu cordura e ingenio se desvanecerá, te lo prometo. Es cuestión de tiempo, la vida se le amontono en un instante y las respuestas se bloquearon... el día era verde pero el instante se detuvo, y vas dando vueltas en mi cabeza como peces en el mar, y todo color de arco iris sería insoportable, más si; "¡no cambies mi música!" gritó el vecino de abajo.
Se aprecia que es un joven guerrero, a quien una vieja y andrajosa capa lo cubre casi por completo, y cuando llegó ese día tan esperado, se miraron y comprendieron que nunca iba a descubrir lo que realmente le impedía echarse a descubrir el mundo sin cadenas, tendría que seguir huyendo se de si mismo para agarrar el cuchillo con una mano y con la otra el salamin para poder convocar los poderes ocultos...
Entonces comenzó, y ya nada fue lo mismo... la felicidad era para él nada mas que tomar un mate en el jardín. Y salió casi sin planearlo, como un impulso rebelde que sin querer nos enamoraba, mientras miraba de lejos, deseando que no sucediera otra vez, sintió que la pared se le venía encima y lo confirmó: se había enamorado. Pero no era un amor común, pues ya estaba muerto y lo sabía, pero no lo aceptaba, porque en ese momento se dio cuenta. Todo era culpa de esa voz interior q la obligaba a repetir una y otra vez esa maldita frase…
Cuando de repente el silencio se transformó en un mar más basto que cualquier océano conocido, ella susurró que siempre iba a estar a tu lado. ¡Qué equivocado estabas!
Miraba por el ojo de la cerradura, explorando cada rincón de su cuerpo con esos ojos sedientos y esos labios que apretaban el cigarrillo queriendo morder a desprecio, a tanta poesía grandilocuente, como si la única forma de escribir fuera con grandes pompas y fanfarrias, pero ¡que joder!, uno nació siendo argentino y argentino muere, ahí… entonces decidió irse, corrió y corrió como nunca lo había hecho antes. La metió sin dudarlo, tenia olor a lavanda y no tardo mucho en darse cuenta que era la vieja Roste, y era así, estaba mas allá del bien y el mal.
Y tiré el cigarrillo por la ventana justo cuando ella entraba por la puerta del patio. No la esperaba. Por favor díganme si no leen toda la historia con voz suspensiva. -Espera, no escuche, ¿que dijiste?- Es más fácil escuchar los árboles que a vos mismo. Esta es la primera vez que escuchaste mi voz. Sólo estuviste imaginando; y entonces se dio cuenta que no era la luna, era sólo una de esas cosas.
¡Inquilinos sin luz! ¡¿Quien lo diría?! La matrona regordeta, azotó sin piedad a esa horrible alfombra de piso. ¿Acaso todo termina en el punto de partida? Sobre la palma de mi lengua habita un sabor extraño... y entonces la cortina descubrió el misterio, una caja redonda con un gran signo de interrogación en la tapa, y así, tan de repente, descubrís que la mecha se consume. Y mientras más lejos mejor. Después de lo que había vivido lo único que deseaba era ser libre, pero entonces ya era tarde, y me decías que siempre es tarde si cierras los ojos, por que soy un fiambrero estresado, pero como el café me hace daño, prefiero tomarme un Toddy con el Nano.
Para levantar vuelo en una nube cósmica de colores, ver una bella tortuga, solo pudieron decirse unas pocas palabras. “Mides 2,40 metros. Tienes unos senos perfectos. El cabello te llega hasta ahí. Si fuera tú, caminaría desnuda todo el tiempo. No tendría trabajo. No me capacitaría. Ni sabría leer. Me limitaría a estar...DESNUDA”; entonces lo dijo, no. Lo gritó; ¡no me gusta la vida que llevo! Y todos, pero todos se dieron vuelta y lo miraron; absortos, obnubilados...
De una abertura oscura en una pared de roca manaba agua hirviendo, y viste como es, uno nunca sabe quien te esta mirando desde la otra ventana, mientras cambias de canal el tele, y que la bomba va a explotar delante de tus narices, y en tu propia casa.
Entonces agarró un balde, una pala y un trapo de piso... puso todo junto, todo bien ordenado, y se sentó a esperar como morimos como miguitas de pan. Entonces empezaron a comerse el uno al otro, sin mirarse. Sólo se saborearon por última vez.
Era un tipo muy muy jodido que sólo se peinaba las cejas, pero tenía una piel muy hidratada, y el simple hecho de estar en este mundo, no significo mas que un instante de sus vidas porque ya no podía distinguir cuantos renglones de cuaderno cabían en uno de computadora. Cuando anocheció, la seguridad de repente le llego. Sabía lo que tenía que hacer. Había llegado el momento, y el fin llega en algún momento... Bah, si se puede hablar de fin... Este era aquel instante en donde todo se inició ¿que significaba ese instante, esa sensación del viento mientras caes y caes y caes? Pero queriendo ser alguien terminó siendo nada, en pleno verano, el sol daba en la ventana y él miraba, un guante negro en una mano... pensó que los guantes y los bolsillos son para esconder… y todas mis canciones de amor que te dediqué las terminó escuchando ella, tu madrastra… fue cuando me di cuenta de que el dedo estaba en el lugar equivocado...
Ella sabía que había que escribir algo para darle inicio, no se animaba... ¡tenia pánico escénico! - ¡solo por esta vez te insultara una sola neurona de mi ser!- y sin escuchar nada se tomaron de las manos y emprendieron su camino.

Y como un slow motion en blanco y negro, todo se apagó.

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