sábado, 24 de diciembre de 2011

Ni uno solo.-


En esos casos sos sólo ira, enojo.
Un torbellino furioso de saltos,
llantos, gritos y preguntas.

Muchas muchas preguntas
sin respuesta. Sin si quiera una línea.
Demasiadas cosas sin entender.

Y todas de repente,
como un accidente de auto.
Violento, fugaz.

Quedás tonto por un segundo
y después reaccionas…
Escupis, gritás, vomitás.

Entonces decís cosas que nunca pensaste dirías
sentís que tiraron todo
y en la vorágine vos también tirás.

Tirás porque sentís que ya da todo lo mismo,
tirás porque necesitas descargar.
Tirás porque no te queda otra,
porque si no tirás el que va al suelo seco,
duro, pesado;
sos vos.

Después se calma un poco la marea,
eso sí; pasa tiempo
mucho tiempo.
Pero en algún momento se calma.

-

Nunca antes había escrito sobre esto.
Revisando cosas viejas;
encontré escritos, mensajes.

Respuestas quizás a los gritos desconsolados
que en el momento de mayor fragor salieron.

Que no me amas.
Que te cagaste en todo.
Que sos una mierda.

Repaso eso y me arrepiento.
Lo entiendo pero no lo comparto.
Para nada de nada.

Debe ser quizás por la distancia de no tenerla,
pero nunca jamás -JAMÁS-
podría volver a decir algo así.

Más aún cuándo reencuentro una respuesta
del otro lado.
Años después.

No hace menos grave
el hecho que desencadena el torbellino
pero si hace más hermoso a ese pasado violento.
O menos doloroso quizás.
O simplemente, tal vez, menos drástico, menos definitivo.

Así, con la perspectiva de los años
de por medio, me doy cuenta de todo lo que dejé.

Me enamoro de nuevo
y me insulto por todo lo dicho,
y por todo lo no dicho.

Más allá de los hechos,
el mundo se me cae cuándo leo
hoy
su respuesta de ayer:

“Ni uno solo.
No eche al fuego ni uno solo de los besos que me diste...”

Y ya no me queda otra que sentarme a escribir.
O a esperar.

Ya no sé.

5 comentarios:

  1. "Odio la nostalgia, ese moho de la memoria, esa oscura envidia de uno mismo,. La nostalgia es el opio de los tristes, es una droga alucinógena que te hunde a la vez que te alivia, te hace sonreír mientras te clava en la espalda sus pretéritos perfectos e imperfectos: yo tenía, yo hice, yo estaba..."

    Quise compartir esto porque me sentí muy identificado con tu texto. Quizá no más que cualquier hombre que se jacte de haber amado!
    Es un párrafo de benjamín prado.
    Un abrazo enorme compadre!

    Droops

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  2. ey muchas gracias por el comentario. Es fantástico ese párrafo que dejaste; nunca mejor explicada la esa doble sensación, entrañable y no al mismo tiempo...

    abrazo grande!

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  3. Ahora te entiendo.
    Ahora te entiendo y te pido perdón.
    Aunque presumo que de alguna forma tiene que ser, y sale lo que sale, no está escrito.
    Pero la vida sigue y si uno no sube, la guagua se nos va :)

    Ahora, aunque de noche, de día.

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  4. Demuestra que no eres un robot.

    Creo que ya lo hice.

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  5. Respuesta tardía pero no por ello menos válida...:

    Me caen bien los comentaristas inspirados pero me caen mal los comentaristas anónimos.

    La vida sigue, nadie lo niega, y es cierto, si uno no sube la guagua se nos va, de todos modos, si se nos va la guagua de seguro atrás viene otra, tan cargada como la primera, llena de gente, como en hora pico de La Habana.

    El problema es cuando lo dicho suena simpático pero lo simpático, ya se dijo, no hace falta.

    Entre sé feliz y se te va la guagua hay tanta diferencia como entre lo dicho y lo hecho (es que el camino es derecho :) )

    Si no lo hiciste, querido comentarista anónimo, lee la nota de abajo, esa que creo se llama "Ni que nada."

    Saludos!

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