jueves, 27 de enero de 2011

Intitulado 4.-


Hay olor a vos en mi cama.
Hay olor a sexo en mis sábanas.

Ahora ya dormir sin soñarte es una empresa que se encuentra fuera de mis posibilidades.
Llega un punto en la vida en que las palabras parecen repetirse constantemente.
Las ideas maduras que caen del árbol saben igual a todas las manzanas antes comidas.
Tu aroma no renueva el repertorio, por el contrario, lo hace repetitivo.
Se usan otras palabras, pero el discurso es el mismo.
Se innova en la estructura, pero se redunda en el contenido.

Y mientras la musa seas tú, Mor, la poesía será la misma,
pues ya no se como exprimir de cariño a este corazón avejentado.

Sea quizás tu abrumadora presencia que en este caso me deja mudo.
Sea quizás tu abrumadora presencia la que me lleva a escribir,
tanto pero tanto,
que ya parece estar todo escrito.

No hay comentarios:

Publicar un comentario